4 de enero de 2007

Sabor artificial


Siempre lo supo, incluso ya lo sabía desde ese día que con los ojos repletos de leche le invitó una cerveza. El mar se revolvía con furia y ella sentía el oleaje allá abajito. Le daban calambres ricos, las olas, muchos calambres. Las cervezas seguían llegando y ella bebía, bebía, pero lo sabía.
El agua hacía "splash" en las rocas y seguía el consquilleo en la cosita rica. Hasta que se metió al mar y probó sus gummy bears, saladitos, saladitos.
Todo era mar, calambre, leche, cerveza, sabor artificial.

1 comentario:

Tor dijo...

Me gusta la secuencia que va teniendo el nacimiento, lento, de este sitio. Grajitos,